domingo, 23 de marzo de 2014

Chilaquiles Rojos o Verdes

Esta es una de mis versiones para preparar chilaquiles ya sean rojos o verdes, se la dedico a mi prima Nanny que me pidió la receta para cocinarle a su novio. :)

Primero hablaremos de los totopos, se hacen con tortllas de maíz preferiblemente ya de varios días que se ponen duras, se cortan en triángulos y se ponen a freír que queden bien tostaditas. Si no quieres hacer esto o no encuentras tortillas igualmente se pueden comprar ya listos en los supermercados. Intenta conseguir unos totopos o chips que sean lo más grueso que puedas.


Ingredientes: (2 porciones)

4 a 6 tomates de cocinar o saladet bien rojos (si se quieren chilaquiles verdes se cambian estos tomates por tomatillo verde)

chiles serrano o jalapeño (la cantidad dependerá de que tan picoso se desea)

Un cuarto de cebolla

Un diente de ajo

Un chorrito de aceite

1/2 taza Caldo de pollo de preferencia natural para sabor más casero y saludable, pero si no tienen un cubito de pollo knorr sirve mezclado con agua 

Queso (originalmente se usa queso cotija rallado, o queso fresco) A mi me gusta usar queso manchego, pero cualquier queso que te guste funciona perfecto

Totopos

Crema o Sour Cream

Preparación:

En una olla se hierven los tomates, la cebolla, el ajo y los chiles se dejan por unos 10 minutos, luego se pasan a la licuadora y se licuan bien hasta formar un puré. Esta salsa o puré se sofríe con un poco de aceite y se deja hervir otros 10 minutos hasta que se ponga de un color rojo intenso.

En este punto se añade poco a poco el caldo de pollo que no quede muy aguada la preparación y se deja hervir un poco más, hasta espesar ligeramente. Luego añadir los totopos, revolver que se cubran con la salsa, apagar el fuego, a mi me gustan crujientes así que inmediatamente los sirvo.

Añadir por encima cebollita fileteada al gusto, queso (si el queso es de los que se funde poner unos segundos al microondas a derretir) y crema.

Opcional: hay quien les pone pollo desmenuzado, bistec asado y lo puede comer en el almuerzo o cena. En mi casa nos gusta de desayuno y lo comemos con un huevo frito encima.


Buen Provecho

viernes, 14 de marzo de 2014

14 maneras de disminuir las porciones de alimento sin pasar hambre

Controlar las porciones de lo que llevas a tu boca no necesariamente significa que debas 'morir' de hambre
Para bajar de peso, necesitas quemar más calorías de las que consumes, lo que inevitablemente significa una cosa: controlar las porciones. Pero no necesariamente estás condenado a pasar hambre hasta que alcances tu objetivo.
"El control de porciones no significa que tengas que comer porciones pequeñas de todo", dice Lisa Young, autora de "The Portion Teller Plan: The No-Diet Reality Guide to Eating, Cheating, and Losing Weight Permanently". "No quieres sentir que estás a dieta, pero tienes que ingerir menos calorías".
Aquí encontrarás 14 maneras fáciles para disminuir las porciones, reducir calorías, y perder grasa sin contar los minutos hasta tu siguiente comida.
1. Empieza con un vaso de agua
Bebe un vaso de agua grande antes de comer, sugiere Dawn Jackson Blatner, autora del libro “The Flexarian Diet”. Llenar tu estómago de agua naturalmente hará que sea menos probable que comas en exceso. Además, algunos síntomas de deshidratación pueden ser en realidad lo que está causando que tu estómago haga ruidos, así que beber un poco de agua antes de comer puede eliminar tu “hambre” del todo.
2. Viste ropa ajustada
No estamos sugiriendo que te pongas pantalones que son demasiado apretados. Sin embargo, vestir un conjunto con un cierre o tal vez una chamarra con botones puede servir como herramienta para dar lugar a que te detengas y evalúes cómo te sientes durante la comida, dice Young. A medida que comienzas a sentir tu ropa un poco más ceñida, esto puede impedir que pidas un segundo plato.
3. Agrega vegetales como complemento de tus platos
Complementar tus comidas con vegetales es una manera fácil de consumir menos calorías mientras llegas a sentirte satisfecho rápidamente. Otras ideas para comer más verduras: utiliza champiñones en lugar de la mitad de la carne molida en la mayoría de las recetas, haz que la avena te sustente más al agregar manzanas en cubitos, y utiliza pan pita integral en lugar de pan para que puedas rellenarlo con más verduras.
4. Cena en un plato que te ayude a bajar de peso
El color de tu plato puede influir en la cantidad de comida que ingieres, de acuerdo a un estudio realizado en 2012 por la Universidad de Cornell en Nueva York. Los investigadores descubrieron que cuando el plato y la comida que está en él tienen un bajo contraste de color (como la pasta con salsa Alfredo en un plato blanco) la gente en un buffet se servía 22% más que cuando había un mayor contraste (como pasta con salsa roja en un plato blanco o pasta con salsa Alfredo en un plato rojo).
5. Usa los carbohidratos como complemento
Reconsidera la forma en que usas los granos y almidones. Añade una pequeña cantidad de carbohidratos a tus comidas. Por ejemplo, llena tu plato de vegetales y una porción de proteína magra (res, pollo, pescado, puerco) y luego agrega un cuarto de taza de arroz integral.
6. Prepara el ambiente para comer más despacio
Baja las luces y escucha música relajante para preparar el ambiente a fin de lograr una comida más placentera, sugiere Blatner. “Tomarte tu tiempo mientras comes aumenta el disfrute y reduce las porciones”, dice. Recuerda masticar despacio, apoyar tu tenedor entre bocados y beber algo de agua para que tu comida dure más.
7. Esfuérzate por tu comida
Ésta es otra manera de comer más despacio: elige alimentos que requieran que los peles o los abras uno por uno, sugiere Blatner. Naranjas, edamames y pistaches con cáscara son opciones saludables.
8. No comas directo de una bolsa o una caja
Cuando te sientas con una bolsa de papas, ¿realmente sabes cuántas te estás comiendo? Investigadores de la Universidad de Cornell buscaron responder esta pregunta en un estudio y encontraron que las personas comieron 50% más papas cuando no tenían indicaciones visuales de qué tan grandes deberían ser las porciones. Así que si compras una bolsa que contiene 10 porciones, divide el contenido del envase en 10 bolsitas pequeñas con anticipación.
9. Incluye un aperitivo
Antes de comer tu plato principal, come un poco de sopa. Aunque puede parecer contradictorio agregar más a tu comida, la investigación demuestra que empezar una comida con una sopa puede ayudarte a reducir tu consumo total de calorías. En un estudio realizado en 2007, las personas que comían sopa antes del plato principal en el almuerzo redujeron su ingesta total de calorías en un 20%. Tu mejor opción: una sopa a base de caldo, de preferencia con verduras para ayudar a que te sientas satisfecho por la fibra natural, dice Young.
10. Da una vuelta antes de servirte
En un estudio de la Universidad de Cornell, publicado en la revista PloS One, los investigadores observaron a las personas que se encontraban en dos líneas distintas de un buffet de desayuno que ofrecía los mismos elementos. Quienes dieron una vuelta antes para observar lo que se ofrecía comieron menos que quienes llegaron directo a servir la comida.
11. Bebe en un vaso alto
Si quieres tomar alcohol con tu comida está bien, pero bebe un solo vaso aunque sea alto y hazlo poco a poco, dice Young. Un estudio de 2005 publicado en la revista British Medical Journal reveló que los meseros con experiencia que sirvieron lo que pensaron que era un trago de alcohol en un vaso corto y ancho, vertieron 20% más que cuando el vaso era alto y delgado. Además, agrega hielo extra a tu bebida para que parezca que es mayor cantidad.
12. Limita las distracciones a la hora de comer
Apaga el televisor y deja de lado tu teléfono inteligente mientras comes. Una reciente revisión de estudios encontró que las personas que veían televisión durante las comidas tendían a consumir más que los que comían sin ningún tipo de distracción. Para quienes suelen comer en su oficina se les recomienda no hacerlo. En un estudio publicado en la revista American Journal of Clinical Nutrition, las personas que jugaban solitario en la computadora mientras comían se sentían menos satisfechos al final y comían más en el día que quienes destinaban un tiempo específico para comer.
13. Utiliza platos y cucharones pequeños para servir
Resulta que incluso los expertos en alimentos no son tan diestros en calcular visualmente el tamaño de las porciones. En un estudio de la Universidad de Cornell, 85 expertos en nutrición se reunieron a comer un helado para celebrar el éxito de un colega. Al azar se les dio un tazón pequeño o grande, o una cuchara pequeña o una grande para servirlo. A continuación, se les pidió a los nutricionistas que completaran una breve encuesta, mientras que los investigadores del estudio pesaron sus tazones en secreto.
14. Termina tu comida con este tipo de postres
Muchas personas se han acostumbrado a esperar algo dulce al final de una comida, dice Blatner. Ella recomienda preparar un té descafeinado sabor a menta, canela, chocolate o una de sus variedades frutales favoritas para satisfacer tus ansias de algo dulce.

10 consejos básicos para perder peso

Nota del editor: Este artículo originalmente fue publicado por CNN.com en septiembre, y lo difundimos para que ustedes también pueden alcanzar su objetivo de peso.
Dawn Jackson Blatner, dietista y nutricionista registrada para el equipo de béisbol de Chicago Cubs está tratando de cambiar el significado de la frase "consiéntete" en cuestión de pérdida de peso. 
La mayoría de personas se dan el gusto de comer un litro de helado o quedarse en casa viendo televisión. Blatner quiere que “consentirte” sea darte más energía, ayudarte a perder peso y mantener tu cuerpo saludable.
"Es planificar con anticipación tu lista de compras. Es estar en el súper y comprar alimentos que nutren tu cuerpo. Se trata de comer con consciencia", le dijo a la audiencia en la convención anual "Tu peso importa", organizada por la Coalición de Acción contra la Obesidad. "Esas son cosas realmente buenas que cuando las pones en práctica, te estás tratando bien".
1. Mesa. Plato. Silla.
Cada vez que pones comida en tu boca, debes tener tres cosas, dice Blatner: una mesa, un plato y una silla.
Estos tres elementos aseguran que no tomes bocadillos del refrigerador tarde en la noche o que comas 1,000 calorías en tu auto con un menú de comida rápida. Además, tener estos tres elementos probablemente significa que estás consumiendo más nutrientes que los que ofrece una bolsa de papas, a menos que seas una de esas personas raras que pone papas en un plato.
"Esta es mi respuesta en relación a comer con consciencia", dice Blatner.
Investigaciones muestran que comer con consciencia ayuda a las personas a enfocarse más en disfrutar la comida y a tener la sensación de estar satisfechos. Según estudios, las personas que comen con consciencia consumen menos calorías durante las comidas, sin importar cuánto haya en su plato.
2. La fuerza de voluntad es un músculo mental. Ejercítalo.
La fuerza de voluntad es un recurso limitado, dice el psicólogo Sean Connolly, pero todos la tenemos. El truco está en saber cómo utilizarla de manera eficiente.
"Las personas mencionan la falta de fuerza de voluntad como la razón número 1 que les impide mejorar sus vidas de alguna forma", dice Connolly, quien trabaja regularmente con pacientes que se someten a la cirugía bariátrica. "La fuerza de voluntad no es un gen. Es una herramienta que todos tenemos y que tenemos que aprender a usar, desarrollar y controlar".
Como cualquier musculo, tu fuerza de voluntad se cansa. Así que tienes que planificar, dice Connolly, y saber qué vas a hacer en situaciones que presenten una opción saludable y una no saludable. También tienes que estar preparado para las emergencias, por ejemplo al final de un largo día de trabajo, cuando tu fuerza de voluntad está agotada y la ventanilla del autoservicio te atrae.
La fuerza de voluntad también necesita reponerse diariamente. ¿La mejor forma de hacer esto? Duerme lo suficiente.
3. Sé realista.
Seamos honestos, la mayoría de nosotros quiere perder mucho peso   Cuando no lo hacemos, cuando bajamos 2 o 5 kilos y nos estancamos, nos desanimamos y volvemos a la comer mal.
Uno de los obstáculos más grandes para perder peso son las expectativas poco realistas, dice el psicólogo Gary Foster, director del Centro para la Investigación y la Educación en Obesidad de la Universidad de Temple.
"Entre menos pesas, es menos lo que necesitas comer y más lo que necesitas moverte (para perder peso)", dice Foster. "Y eso no es justo".
Es bueno ponerse una meta alta, pero los que bajan de peso exitosamente pierden un promedio de 8.4% de peso corporal. Si pesas 90 kilos, eso equivale más o menos a 7 kilos. Y perder esos 7 kilos mejora tu salud radicalmente.
En otras palabras, la esperanza de pesar lo que pesaste en la escuela secundaria desbaratará tus planes antes de empezar.
4. Busca mejores amigos.
Se conoce como el "efecto de la socialización". Los fumadores se juntan con otros fumadores. Los alcohólicos se juntan con otros alcohólicos. Las personas con sobrepeso se juntan con otras personas con sobrepeso, dice el Dr. Robert Kushner, de Chicago.
"¿Qué haces si te juntas con un grupo de personas que tienen sobrepeso?", pregunta él. Eligen un restaurante. Piden hamburguesas y una cerveza. "Probablemente no están hablando sobre salir a patinar".
Tendemos a adoptar los hábitos de aquellos con los que pasamos más tiempo. Así que si busca amigos que tengan hábitos saludables y te convertirás en una persona más saludable.
5. Revisa tus compras.
¿Conoces el diagrama del "Plato del buen comer", el que muestra como la comida que tienes en tu plato debe estar dividida en frutas, cereales, vegetales y proteínas?  Tu carrito de compras debe verse igual, dice Blatner. Cuando pienses que ya terminaste de comprar, revisa lo que llevas para asegurarte de haber incluido más o menos 25% de proteínas, 25% de granos enteros y 50% de frutas y vegetales.
"Las opciones son el enemigo de la pérdida de peso", dice Blatner. Ella recomienda planificar dos desayunos saludables, dos almuerzos saludables, dos refrigerios saludables y dos cenas saludables para la semana. Compra los ingredientes que necesitas para cada comida y altérnalos a lo largo de la semana.
Esto te permite tener suficientes opciones para que no te aburras, pero no te da demasiadas como para que te agobies y termines buscando la máquina expendedora más cercana.
6. No comas en respuesta a una situación.
Estás en el cine. Es la despedida de soltera de tu prima. Tu hijo se va a graduar como el mejor de la clase. Si quieres bajar de peso, evita comer en respuesta a "esa cosa", dice Foster.
Planifica lo que vas a comer en estas ocasiones especiales, y no tan especiales, para que no tengas que depender de tu fuerza de voluntad. Y come solo cuando tengas hambre. Habrá más comida en la próxima ocasión.
7. Debes decirte lo siguiente: "Tengo el derecho a estar delgado".
El autosabotaje es un verdadero problema en la pérdida de peso, dice Connolly. Muchas veces, sus clientes dicen que quieren algo y luego hacen lo que sea para asegurarse que eso no suceda.
No se trata de una falta de deseo o motivación. "Algo nos detiene", dice.
Tenemos que aprender a validarnos a nosotros mismos, dice Connolly, porque nunca obtendremos todo lo que necesitamos de otras personas. Debes decirte todos los días que mereces ser una persona saludable. Mereces verte y sentirte bien. Luego, créelo.
8. Establece objetivos S.M.A.R.T (específicas, medibles, realizables, realistas y limitadas en el tiempo)  
Si nunca antes habías escuchado este acrónimo, memorízalo ahora. Cualquier objetivo que establezcas debe ser específico, medible, realizable, realista y limitado en tiempo, dice Eliza Kingsford, psicoterapeuta y directora de servicios clínicos para Wellspring. Si cumple con estas cualidades, es más probable que lo alcances.
Por ejemplo, un objetivo es "voy a ser más activo". Un objetivo S.M.A.R.T. es: "voy a salir a caminar 30 minutos todos los días durante el próximo mes".
Es específica porque sabes cuánta actividad vas a hacer. Es medible, ¿saliste a caminar hoy o no?
Es realizable y realista; todos pueden apartar 30 minutos de su día y caminar no requiere mucho equipo o entrenamiento especial. Además, está limitado en tiempo porque podrás ver al final del mes si alcanzaste tu objetivo.
9. Levántate.
La mayoría de nosotros pasamos sentados ocho horas al día en nuestro escritorio del trabajo y otras dos o tres horas sentados en casa. Ese tipo de vida sedentaria es casi imposible de contrarrestar, dice el Dr. Holly Lofton de Nueva York, aún si vas al gimnasio dos horas al día (¿y quién hace eso?).
Ella sugiere utilizar un podómetro que te permita estar consciente del movimiento, o falta de movimiento, que tienes durante el día. Trata de pararte frente a tu escritorio si estás atendiendo una llamada en conferencia o camina hacia el escritorio de un colega en lugar de enviarle un correo. Usa las escaleras. Estaciónate más lejos. ¡Todo cuenta!
10. La vida nunca estará libre de estrés. Aprende a enfrentarlo.
Los científicos discuten si el estrés en sí produce un cambio físico en tu cuerpo que pueda llevar a un aumento de peso significativo. Sin embargo, todos conocemos el efecto que un día estresante puede tener en nuestra fuerza de voluntad.
Kushner dice que el problema es que nunca habrá un período largo en nuestra vida en el que no tengamos estrés. Si lidiamos con el estrés diario dejándonos llevar por brownies y vodka, el peso se seguirá acumulando.
"La vida pasa. No es tanto el estrés lo que causa el aumento de peso, es lo que hacemos para enfrentarlo y lo que nos hace retroceder", añade.
La clave está en aprender habilidades positivas para enfrentarlo. Si el trabajo te causa estrés, camina 10 minutos en lugar de ir por la bandeja de galletas de la sala de descanso. Toma una clase de yoga al final de una larga semana. Respira profundo cuando tengas que hablar por teléfono con tu madre.

jueves, 13 de marzo de 2014

Puré de tomate casero

¿Por qué hacer mi propio puré de tomate?

Puré de tomate envasado


Puré de tomate puede presumir de ciertos beneficios para la salud, pero una lata puede estar llena de azúcar.

Normalmente se le agrega este ingrediente para que el sabor sea menos ácido. Las latas de tomate de unos 150g pueden llegar a tener más de 13g de azúcar, o tres cucharaditas.

Expertos indican que la razón por la que productos como éstos tienen un alto contenido de azúcar se debe al sabor. Por esto es un ingrediente clave en una cantidad inimaginable de alimentos.

“Si las personas quieren una comida más sana, tienen que aceptar el hecho de que puede saber distinto”, señala la nutricionista Sarah Schenker.

Receta para hacer tu propio puré de tomate (jitomate)

Ingredientes:

• 1 kg  (2 lbs) de tomate maduro

• 1 diente de ajo
• 1/4 de cebolla mediana

• 1 cucharada de consomé de pollo en polvo (opcional, si lo quiere más sano omitir)

• 1/2 cucharadita de sal

• 1 cucharada de aceite vegetal comestible

Utensilios:

• 2 frascos de 500 mL

• Aplastador

• Cacerola con capacidad de 3.5 L

• Colador chino

• Cuchara cafetera

• Cuchara de cocina

• Cuchara sopera

• Cuchillo con filo

• Licuadora

• Tabla para picar


Procedimiento:

1 Corta el ajo por la mitad y machácalo. Corta la cebolla en medias lunas.

2 Pon la cacerola al fuego con el aceite. Una vez que esté caliente agrega el ajo y la cebolla. Retíralos en cuanto estén ligeramente transparentes y ponlos en el vaso de la licuadora.

3 Corta los tomates en cuatro partes y ponlos en el vaso de la licuadora, junto con el ajo y la cebolla. Muélelos hasta que se forme un puré fino. Pasa el puré por el colador, con ayuda de una cuchara, para que queden únicamente las semillas y los fragmentos de piel, vertiéndolos en la cacerola.

4 Pon la cacerola a fuego vivo, agitando en todo momento con la cuchara para evitar que se pegue en el fondo y se queme. Agrega la sal y el consomé de pollo y en cuanto se haya consumido una tercera parte vierte en los frascos y asegura la tapa firmemente

5 Da la vuelta al frasco, de manera que la tapa quede sobre la mesa. Deja los frascos en esta posición por cinco minutos, después regrésalos a su posición normal y déjalos enfriar a temperatura ambiente.


Conservación:

El puré de tomate se debe conservar en la alacena. Una vez abierto requiere refrigeración. Yo prefiero congelarlo en bolsitas individuales o frasquitos e ir sacándolos según los necesito.


Caducidad:

Tiene una vida útil de un año, una vez abierto consúmase de preferencia antes de una semana. Si notas que cambia el aspecto o que le crece moho, deséchalo de inmediato.


Dato interesante:

El tomate es botánicamente un fruto, pero que de acuerdo a la forma como se consume más bien se cataloga como verdura, aunque ni siquiera sea verde. El color característicamente rojo se debe a que tiene carotenos, sustancias que se sabe sirven al cuerpo para formar vitamina A. También es benéfico porque contiene una sustancia llamada licopeno, que se sabe es un poderoso antioxidante. De este modo que su ingesta habitual se dice que puede ayudar a retardar el envejecimiento y “detener” un poco los efectos nocivos del tabaquismo.

Beneficio:

Al elaborar el puré de tomate con esta tecnología obtienes un ahorro de 15% en comparación con una presentación comercial, además que puedes variar las cantidades de los ingredientes y así personalizar la conserva. Es también recomendable aprovechar la temporada en que el tomate se encuentre a menor precio y procesarlo.

Recomendaciones:

Puedes dejar consumir hasta la mitad del volumen, quedando más concentrado, por lo que podrás utilizar menos en la preparación de tus platillos, ocupando menos espacio también.

Envasa en frascos pequeños de manera que lo consumas conforme lo vayas necesitando.

Si notas que el tomate no está muy ácido puedes agregar una pastilla de vitamina C hecha polvo.

Con este mismo procedimiento puedes envasar salsa de tomate verde y tenerla lista para agregarla a cualquier guiso.

Puedes sazonar el puré con 1/2 cucharadita de orégano, 1/4 de albahaca, 1/4 de ajo en polvo y utilizarla para aderezar pizzas o pastas.

Aprovecha cuando el tomate está a mejor precio para procesarlo y tenerlo en tu despensa listo para cocinar ahorrando no solamente dinero, sino tiempo de preparación y logrando el sabor deseado.

Revista del Consumidor

miércoles, 5 de marzo de 2014

Omellete de Espinacas


Ingredientes:
Receta vista en Intercambio de Recetas



6 hojas de espinaca 
3 huevos 
1 diente de ajo 
1 cucharada de Polvo Royal 
Sal 
Pimienta negra 
4 rebanadas de queso mozzarrella 
2 rebanadas de jamón 
Albahaca

Lavamos bien las espinacas y las cortamos en tiras de 1 cm de espesor. Reservamos. 

Batimos los huevos usando licuadora y agregamos el ajo y el Polvo Royal. Condimentamos con sal y pimienta negra a gusto.

En un sartén caliente, agregamos un chorrito de aceite y esperamos que se caliente. Luego vertemos la preparación, colocamos sobre la misma las tiras de espinaca. Damos vuelta y hacemos lo mismo del otro lado. 

Colocamos enseguida la mozzarella (así se comienza a derretir). Retiramos del fuego cuando estén cocidos los huevos y agregamos el jamón y la albahaca picada a gusto. 
Doblamos a la mitad y servimos caliente


Propiedades nutricionales


 
La espinaca está compuesta mayormente por agua. La cantidad de grasas e hidratos de carbono es muy baja pero es uno de los vegetales que más proteínas contiene. Es rica en fibras, especialmente los tallos, resultando muy beneficioso para nuestra salud. 
Es una excelente fuente natural de vitaminas y minerales. 
Dentro de los minerales se destacan el calcio, hierro, potasio, magnesio, manganeso y fósforo. 
En cuanto al contenido de vitaminas, la espinaca es rica en vitamina A, vitamina C, vitamina E, vitamina K, como así también vitaminas del grupo B ( B6, B2, B1) y ácido fólico (vitamina B9). 
Así mismo, contiene sustancias antioxidantes como los flavonoides,y carotenoides (la luteína y la zeaxantina, neoxantina). También es una buena fuente de ácidos grasos Omega-3.

A continuación, se muestra una tabla comparativa de las propiedades nutricionales entre la espinaca hervida, sin sal y la espinaca cruda en una porción de 100 gramos.
espinaca, cocida, hervida, sin salespinaca cruda
NutrienteUnidadporción de 100 gporción de 100 g
aguag91.2191.40
energiakcal23,0023
proteínasg2,972,86
grasas totalesg0.260.39
carbohidratosg3,753,63
fibra totalg2,402,2
azúcar totalg0.430.42
Minerales
calciomg136,0099
hierromg3,572,71
magnesiomg87,0079
fósforomg56,0049
potasiomg466,00558
sodiomg70,0079
zincmg0.760.53
Vitaminas
vitamina Cmg9,8028,1
vitamina B1- tiaminamg0,100,08
vitamina B2-riboflavinamg0,240,18
vitamina B3- niacinamg0,500,72
vitamina B-6mg0,250,19
folatosmcg146,00194
vitamina AUI10481,009377
vitamina Emg2,082,03
vitamina Kµg493.6482.9
Lipidos
ácidos grasos, saturadosg0,040,06
ácidos grasos, monoinsaturadosg0,010,01
ácidos grasos poliinsaturadosg0,100,16
colesterolmg0,000
Fuente para la tabla USDA (Departamento de Agricultura de USA-National Database)

Beneficios para nuestra salud:


  • Promueve el transporte y depósito de oxígeno en los tejidos: la espinaca es una excelente fuente de hierro. El hierro forma parte del grupo hemo o hem que forma parte de la hemoglobina y la mioglobina. Estas son proteínas que transportan y almacenan oxígeno en nuestro organismo. La hemoglobina, proteína de las sangre, transporta el oxígeno desde los pulmones hacia el resto del organismo. La mioglobina juega un papel fundamental en el transporte y el almacenamiento de oxígeno en las células musculares, regulando el oxígeno de acuerdo a la demanda de los músculos cuando entran en acción.
  • Aumenta la fuerza muscular: según estudios publicados recientemente, son los nitratos presentes en la espinaca, los responsables de aumentar la fuerza en los músculos. Popeye tenía razón.
  • Ayuda a bajar de peso: es ideal para incluirla en un plan de comidas para reducir el peso, debido a su bajo contenido calórico y su gran aporte nutricional.
  • Favorece el tránsito intestinal: la fibra que contiene promueve el buen tránsito intestinal y a la vez causa sensación de saciedad, ideal para adelgazar.
  • Promueve la energía y vitalidad: Interviene en el transporte de energía en todas las células a través de unas enzimas llamadas citocromos que tienen al grupo hemo o hem (hierro) en su composición.
  • Ayuda a prevenir enfermedades: debido a la acción de sustancias antioxidantes, especialmente la vitamina A y C, se previene el daño celular causado por radicales libres. Disminuye el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, enfermedades degenerativas y el cáncer. Previene la aterosclerosis, ya que estos antioxidantes en forma conjunta, evitan que el colesterol se oxide y forme LDL (colesterol malo).
  • Beneficia a mujeres embarazadas y niños: debido a su contenido de ácido fólico (vitamina B9).
  • Mejora la visión: la vitamina A, a través de un derivado llamado 11-cis-retinal se combina con la opsina, y forma la rodposina en los bastones de la retina. Los bastones son células fotorreceptoras de la retina responsables de la visión a baja luminosidad. La deficiencia de vitamina A y como consecuencia la falta de síntesis de rodopsina, causa ceguera nocturna. A su vez, la presencia de luteína y zeaxantina , por sus acción antioxidante, previene la degeneración macular y protege contra el desarrollo de cataratas. Recientes investigaciones han descubierto que estos carotenoides son solubles en grasa. Por ello, el consumo de espinaca acompañado de algún alimento rico en grasas como el huevo o frutos secos, favorece la absorción de estos nutrientes.
  • Mantiene la presión arterial balanceada: gracias a los minerales magnesio y potasio que contiene. Un reciente estudio reveló que ciertos péptidos (aminoácidos) presentes en la espinaca, inhibirían a la enzima convertidora de Angiotensina I, que convierte la angiotensina I en angiotensina II, la cual a través de su función vasoconstrictora aumenta la presión arterial. Además su alto contenido en potasio y la poca cantidad de sodio que contiene, favorece la eliminación de líquidos en exceso de nuestro organismo favoreciendo a personas que padecen de hipertensión.

lunes, 3 de marzo de 2014

Estilo de vida que dure para siempre

En mi niñez fui muy delgada pero en la adolescencia comencé una lucha de nunca acabar con mi sobrepeso, al punto de llegar hace dos años a pesar 92 kilos (202 libras) y con una estatura de 1.52 metros (5 pies) estaba en un descontrol total, mi deseo de convertirme en madre por segunda vez, me llevo al médico y me dijo que yo no podría embarazarme con ese peso, por mis problemas de presión alta. Eso me llevó donde una nutrióloga y a luchar nuevamente con el peso, dietas, ejercicios. Lo más que pude conseguir fue bajar 8 kilos (17.6 libras), pero en cuanto dejaba la dieta y los ejercicios los volvía a recuperar. Hace 7 meses ya en la desesperación encontré un nuevo nutriologo con un régimen que prometía no pasar hambres, no tener que hacer ejercicios, terapia de auriculoterapia y un día libre a la semana para comer lo que quisieras y lo mejor sin rebotes. Dude un poco de este régimen y mucho más de los balines, los cuales sigo dudosa a decir verdad. Pero decidí intentar una vez más y me dije a mi y al nutriólogo que sería la última dieta que haría en mi vida y sino funcionaba entonces viviría resignada con el peso y cuerpo que me tocó. Él me prometió que sería la última y que tendría un peso saludable.

Hay que tener en cuenta que es mejor un peso saludable que el dichoso peso ideal de las tablas, no todas podemos pesar 55 kilos (121 libras) todo depende mucho también de la forma de tu cuerpo y del tamaño de tus huesos, así que digamos que yo me sentiré muy a gusto con 65 kilos (143 libras), un peso que creo nunca he tenido. 

Regresando a la dieta, hace 7 meses la comencé, el primer mes bajé 4.5 kilos (9.9 libras) nada mal, pero me tuve que ir de viaje y me fui por 6 semanas a visitar a mi mamá en Puerto Rico, comí todo lo que pude, hacía casi dos años no iba a mi tierra, extrañaba su comida. Regresando fui con el nutriólogo nuevamente resignada a que me dijera que había recuperado todo el peso, pues que creen, que no, no había engordado nada, así que fue una prueba superada sobre este régimen alimenticio.

Y continuamos, he tenido semanas que bajo 2 kilos (4 libras), otras que sólo bajo 500 gramos (1 lb) y otras semanas en las que no bajo nada o peor en unas que aumento 1 kilo (2 lbs) pero continuo con ella, puedo comer hasta quedar satisfecha y voy aprendiendo a combinar los alimentos y hace un par de meses comencé con caminatas suaves por una hora al día. Hoy día puedo decir que he bajado 13 kilos (28.6 lbs) desde que estoy con este nuevo estilo de vida y que estoy a 10 kilos (22 lbs) de llegar a mi meta final, pesar 65 kilos (143 lbs).

No importa que régimen decidas llevar para bajar esos kilos de más, lo más importante es tener constancia y disciplina y saber que no es una dieta, sino un nuevo estilo de vida, es cambiar tus hábitos alimenticios y de ejercicios por completo, es ser una nueva tú.