Mi amor por la cocina

No sé si mi comida sea sabrosa, al menos las personas que la han probado dicen que sí, entre ellos mi esposo e hija. Claro para ellos hago la mejor comida, para mi niña soy una chef. Algo sí es seguro, cuando cocino lo hago con mucho amor y pensando en la persona que la comerá.

En la cocina doy tomo mi amor, en cada preparación, en cada invento, en cada ingrediente. Lo hago pensando en el gusto de quienes la comerán y esas personas tienen nombre y apellido, cocino pensando en ellos. Cuando uno de ellos no está, se me acaba la inspiración y las ganas de cocinar.

Aunque no te guste mucho la cocina, quiero decirte que todos podemos cocinar, sólo hay que seguir la receta, las cantidades y no fallarás.

Aprendí a cocinar a los 11 años, le insistía tanto a mi mamá que me enseñara, que un día me dijo haz arroz blanco, es el platillo más fácil de hacer. Me dio las instrucciones, hervir agua, añadir aceite y sal y posteriormente el arroz, tapas cuando se seque el agua y dejar cocinar a fuego bajo por 20 minutos. Taadaa yo había cocinado, jajaja fue increíble mi primer platillo, desde ahí comencé a ver programas de cocina y escribir las recetas en una libreta. Y mi mamá que no le gustaba tanto la cocina, me la cedió, para desgracia de mis hermanos jajja, porque me gustaba picar la cebolla, el cilantro, el pimiento y ellos no lo querían encontrar en su plato, y que vayan a la tienda que me falta esto y esto jajaja.

Nunca he tomado clases de cocina formales, salvo en high school que tomé un curso de repostería, algunas recetas hoy día las sigo haciendo. Sigo tomando ideas de los restaurantes que visito, de las cosas que pruebo, de la tele, de los libros, de internet y a todo lo que hago le pongo mi ingrediente secreto. Corazón.