Cuando era niña era tan delgada y casi no comía nada por lo que mi madre, abuela y maestros del kínder estaban muy preocupados de mi salud, siempre tenía hemoglobina baja y unas ojeras que nunca se han ido, que son parte de mi. Así que decidieron ayudarme para que tuviera más apetito, comiera y estuviera según ellos más saludable, ante la creencia de que un niño gordito es un niño sano, en esa época hace poco más de 30 años. Bueno pues me dieron vitaminas, jarabes para abrir el apetito y comidas ricas en calorías. Y desde ese momento comencé a subir de peso, a eso se sumó el divorcio de mis padres, una madre igualmente con sobrepeso y una alimentación basada en arroz, habichuelas, pan y café, típica dieta del puertorriqueño. Es así como en la adolescencia mi peso ya se iba de control, convirtiéndome en una adolescente con sobrepeso y no estar nunca más en un peso saludable.
Hice muchas dietas, todas las que se puedan imaginar y todas tan horribles, llenas de sabores raros y un martirio para mi, tenía mi paladar acostumbrado a lo simple, al azúcar y para nada comía vegetales, las frutas eran escasas. Es así como junto a mi madre hacíamos dieta tras dieta, y fracaso tras fracaso. Nuestro fracaso era no aprender a comer, bajar algunas libras, sentirse un poco bien y comenzar a comer nuevamente como antes, lo que provocaba ganar esas libras rápidamente y más.
Después del embarazo y de los 30 años todo fue peor, al punto de llegar a depender de pastillas para la presión y sentirme tan cansada, tan mal físicamente que dije, ¡basta!, probaré un último método para bajar de peso y sino funciona me daré por vencida.
Es así como dí con un nutriólogo cuya dieta es libre de carbohidratos y un día libre a la semana, además de la acupuntura. Dude un poco, pero decidí probar, ya estaba cansada, muy cansada.
Me encantó la dieta, aún sigo en ella, he podido bajar hasta el momento 28.5 libras y aunque aún me queda camino por recorrer, me siento realmente bien con el régimen, no paso hambres y como de lo permitido todo lo que me gusta. La primer semana bajé 6 libras, wow, poco a poco el cuerpo se va acostumbrando y va bajando de peso de manera sana y lo mejor para no recuperarlo jamás, así que realmente es un cambio de hábitos alimenticios pero teniendo siempre un día para los antojos.
En este blog quiero poner mis recetas, las que hago para mantener la dieta; y ¿por qué no? las que hago en los días libres. Espero les gusten.
Anitza Quiñones
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